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El arte de una buena nalgada

¡Nalguear puede ser una experiencia deliciosa! Pero no significa golpear por golpear, ¡esto es todo un arte! Y solo quienes se informan serán exitos@s en dar placer de esta forma. Las nalgadas deben ser dadas con la intensidad y frecuencia adecuada, ¡y siempre con consentimiento! No a tod@s les gusta esta práctica. Si quieres que tus nalgadas lleven a tu pareja al clímax, ¡sigue leyendo!

A ver, sobrinas y sobrinos, en el sexo todo se vale, pero siempre y cuando haya entusiasmo de nuestra pareja por probar con nosotros. Si tu pareja ya atracó entrarle a esto, ¡adelante! Te comparto mis tips como tío con experiencia:

  • La idea no es que la otra persona chille de dolor. Por eso, la nalgada debe hacerse con la palma de la mano un poco ahuecada y con los dedos juntos.
  • Antes de nalguear, podrías hacer un buen masaje en la zona, ¡prepararás el camino! Prueba con amasar esas carnes. Luego puedes dar incluso una mordidita. El éxito está en no ir directo a las nalgadas.
  • El juego de roles ayuda: ¿qué tal decirle que está siendo castigad@ por algo que hizo muy mal?
  • ¡Solo enfócate en los glúteos! Mucho cuidado con dañar el coxis o la espalda.

¡Hay quienes quieren explorar más! Si es tu caso, están los látigos, fuetes o paletas de madera. Estos accesorios van más para quienes le entran al sadomasoquismo, pero hay que asegurarse de tener una palabra de seguridad cuando el dolor sea insoportable y quieran que la otra persona se detenga. En fin, eso es ya otra historia, ¡hay que empezar de a pocos!