Sobrina, aquí hablamos de todos los placeres de la vida, y como somos conscientes, también hablaremos de los cuidados luego del “delicioso”. Todo se debe hacer con equilibrio, ¿no? Ya hablamos mucho sobre técnicas o posiciones sexuales, ahora debemos tocar temas de cuidado personal.
Es importante recordar que debes llevar siempre una buena higiene de la zona íntima. ¡Hay mucha publicidad que quiere que todo huela a flores, pero esto no es lo más correcto! Se recomienda usar jabones neutros, sin fragancias. Hay que evitar las duchas vaginales, esponjas y desodorantes porque no son necesarios. De la mano de esto, es importante que la ropa interior que uses sea de algodón. ¡No es necesario que sea como un calzón de abuelita! Pero que la ropa interior que uses sea cómoda, de buena calidad y permita que tu zona íntima respire.
Otro punto importante es el fortalecimiento de los músculos vaginales. Sería interesante probar con la contracción de Kegel y, si deseas llevar las cosas a otro nivel, debes probar el pompoarismo. Esto te ayuda a que tengas mejores orgasmos. ¿Quién no quisiera eso, sobrina?
Todo esto va de la mano con tus visitas a la ginecóloga, mínimo una vez al año. Esto es de suma importancia para realizar descartes y observar el bienestar de tu zona íntima. Además, se debe tomar en cuenta la depilación, que como se sabe, cada una decide. ¡Eso sí, mucho ojo! El uso de navajas puede cortar e infectar la zona y sería importante dejar un poco de vello para mayor protección y respiración de la zona.
Finalmente, no está de más recordar el uso preservativo en todas las relaciones sexuales. ¡No es solo para no tener el domingo 7, sobrina! También te cuida de sufrir infecciones de transmisión sexual. ¡Recuérdalo siempre!