Siempre ando buscando formas de innovar en el delicioso y hoy les quiero contar sobre una técnica para masajear el “soldado” que tienen que probar. Se trata del “lingam” masculino, un masaje erótico inspirado en la sabiduría tántrica y pensado especialmente para mis sobrinos. ¡Sigan leyendo, sobrin@s, que esta técnica no los defraudará!
Eso sí: No confundir los masajes lingam con el ‘jelqing’, una técnica árabe de la cual se viene hablando mucho en las redes sociales para hacer crecer el pene y que consiste en masajear con mucha fuerza. ¡Suave con eso! No solo no funciona, sino que es tan brusca que puede dañar sus soldados. ¡Avisados están!
Dicho esto, vamos a lo nuestro:
- ¡Un masaje lingam no es lo mismo que una manuela! El propósito no es el orgasmo, ni ponerlo duro, sino relajar al hombre durante. Sin importar la flacidez que podría aparecer. La idea es que mis sobrinos se dejen llevar por el momento, mientras que reciben este buen masaje.
- El ambiente importa: Una música relajante y la luz tenue facilitarán la relajación que buscas.
- Busca una posición cómoda: Lo mejor es que el hombre que recibe el masaje coloque la cabeza sobre una almohada y que tenga las piernas ligeramente separadas. Es también importante que tenga una almohada debajo de la pelvis, para dar acceso total a la zona púbica.
- ¡Que te acaricien y besen completito! Se puede comenzar masajeando el interior de los muslos y luego avanzar hacia la ingle, los testículos y el pene. La idea es que sea lento y con mucha sensualidad.
- ¡Usa a mi partner Sex&Lub! Para que sea verdaderamente relajante es importante reducir al mínimo la fricción.
¿Se animan a dejarse llevar por toda esta sabiduría oriental?
