Los orgasmos son un momento ansiado en toda relación sexual, pero déjenme decirles que llegar no lo es todo en una relación sexual. Sí, han leído bien, sobrinos y sobrinas, su tío Piel les escribe esto y a continuación les explicaré por qué.
Primero lo primero: Son muy importantes los orgasmos. Pero, en la realidad y aunque nos dé vergüenza admitirlo, no siempre se llega y eso no significa tuvimos mal sexo. Además, obsesionarnos con los orgasmos nos puede traer problemas, porque nadie estresado puede llegar. Es más, es tanta nuestra obsesión por ir de prisa para alcanzar el clímax que ahora hasta existe una palabra nueva para hablar del tema: El orgasmocentrismo. ¿Se la sabían? ¡Para que vean que su tío Piel anda en todas!
¿Cuándo debemos preocuparnos? Nos debemos preocupar si no tenemos orgasmos al menos en uno de cuatro encuentros sexuales, según los expertos. Si nos ocurre eso, hay que conversar con nuestra pareja para saber por qué está ocurriendo. Por ejemplo, a varias sobrinas les pasa que llegan al clímax con juguetes sexuales en casa, pero no cuando están con sus parejas hombres. Obvio ese no es el caso de mis sobrinos que la tienen clara: No todo es penetración, no hay que olvidar el clítoris.
Los orgasmos son geniales, pero no tenerlos, a veces, es totalmente normal cuando hacemos el delicioso. Eso sí: Si el problema es grave, lo mejor es acudir a un ginecólogo o psicoterapeuta para indagar a fondo que hay detrás. ¡Así que tranquilos, sobrinos!
