Existe un viejo dicho urbano que dicta que a más zapatón, mejor dotado. De hecho, sé que muchos de mis sobrinos se marketean presumiendo la talla de su zapato. Pero: ¿será cierto esto? ¿estamos ante un mito o ante la realidad? Sobrinos y sobrinas, sigan leyendo, porque he hecho mi tarea y tengo mucho por contar.
Si bien este es una idea muy popular, lo cierto es que diversos estudios han demostrado que no existe una relación entre el tamaño del pie y el del pipilín. ¡Hace rato que se sabe! Uno de los primeros estudios se hizo en los años noventa y básicamente le midieron el tamaño del pene a un grupo grande de hombres para evaluar la correlación con la talla de sus zapatos. El resultado fue negativo, porque una cosa no tiene que ver con la otra.
¡Ojo que este mito tiene variantes! Hay quienes dicen que si es alto, tiene manos grandes o una nariz prominente, seguro tiene también el pene grande. Lamento decepcionarlos, ¡pero nada que ver! Estas ideas tampoco tienen sustento científico.
Lo que sí es importante es dejar de obsesionarnos con el tamaño del pene y empezar a preocuparnos por la técnica. La práctica hace al maestro, así que antes de preguntarse por el tamaño del miembro, ¡hay que averiguar si puede hacer llegar!
Dicho esto, mando un saludo a mis sobrinos talla 38, ¡no se dejen amilanar por nadie!