¡Pezones! Los hay de todos los colores y formas, pero todos tienen algo en común: son zonas erógenas sensibles, llenas de terminaciones nerviosas. Así que si quieren que mis sobrinas lleguen, hay que saber acercarnos a esta zona. ¡Es una zona delicada! Así que para que no cometan los errores que yo cometí, les comparto tres técnicas infalibles para estimular los pezones:
- Tócala con la ropa puesta: Empieza cuando tiene la ropa puesta, acaricia con las yemas de los dedos los pechos de tu compañera. Luego, mete tus manos por debajo de la camisa y continúa. ¡Le encantará el suspenso y querrá más!
- Acaricia alrededor de ellos: ¡no vayas directo a sus pezones! Trata de contemplar todo el paisaje y haz movimientos circulares que poco a poco te acerquen a la zona del pezón. Una vez ahí, prueba con distintas técnicas: Usa dos de tus dedos para acariciar los pezones, usa tu lengua, usa algún vibrador, puedes incluir morder con mucho cuidado (preguntándole si legusta).
- ¡Aplica un poco de presión! Cuando veas que la cosa está más caliente, puedes estrujar un poco sus senos, mientras continúas acariciando la aureola alrededor de su pezón con tu lengua.
Para que se pongan aplicados: Existen estudios que dicen que algunas mujeres pueden llegar al orgasmo solo con caricias en la zona delantera, porque las zonas cerebrales que se activan al acariciar los senos son las mismas que se prenden cuando se estimula el clítoris. Ahora que ya lo sabes, ¿estás listo para hacerla llegar?