¿A quién no le gusta recibir un cariñito antes de? A veces ustedes se van de avance con las partes bajas y olvidan que tienen al frente todo un cuerpo para explorar. No digo que un rapidito sea malo, pero cuando tenemos más tiempo, ¿por qué no explorar más? Para que lo hagan con éxito, aquí les traigo mis mejores consejos para que se vuelvan expertos y experta en caricias estimulantes.
- Enfóquense en las zonas erógenas: Prueben con el cuero cabelludo, detrás de las orejas, el cuello, alrededor del área genital, el sacro (espalda baja), los pechos (de ellas y de él, ¡los pezones son sensibles en ambos casos!)
- Decidan cómo dar caricias: Pueden usar las yemas de sus dedos, si quieren dar caricias táctiles. También pueden rozar sus labios contra la piel de la otra persona e incluso succionar. Pueden ir subiendo la intensidad, empezar con la punta de los dedos hasta usar todas las manos.
- Pídanle que cambie de posición: Pueden pedirle que se coloque hacia abajo o de costado, para acceder a otras zonas del cuerpo.
- ¡Hagan recorridos! Por ejemplo, acaricienle la espalda subiendo y bajando sus dedos, ¡le encantará!
- Elijan su complemento: Los aceites para masajes ayudan mucho a que la experiencia sea más rica (eso sí: traten de elegir olores no muy intensos si no quieren que a la otra persona le dé una alergia). Si quieres sumarle misterio, ¡prueben ponerle a su pareja una venda en los ojos o unas esposas en las muñecas!
Recuerden que una buena caricia le da una idea a la otra persona sobre cómo le tocarías otras partes del cuerpo. ¡Ustedes saben a lo que me refiero!
